Dedicado al que le quito el sueño a la adolescente que fui y a la vez,
le diste otra oportunidad.
Y cada tanto una cierra una etapa. Cierra esa puerta que por alguna razón
tenía miedo a cerrar.
Sin entrar en mucho detalle (ya que es algo muy personal, muy mío), solo
voy a decir que finalmente tome coraje y cerré una historia que todavía no podía
dar por terminada. Mejor dicho, podía, pero a veces una se pone excusas pelotudas
… mis excusas fueron más por no querer recordar ciertas cosas del pasado.
El ser humano es un bicho raro (en mi caso, soy un bicho y también soy
rara) – Yo creo ser una mina con unos ovarios bastante importantes (o al menos,
eso me dicen) … he hecho cosas que muchos no harían … tirarme en paracaídas a
una vida desconocida, totalmente sola en otro país. Pero cuando se trata de
sentimientos … de las cosas que uno lleva adentro, me cuesta arrancar … o
definir … o …
Este cierre tiene que ver con alguien que no fue … pero lo crean o no,
no va por el lado romántico … sino, que de una forma muy particular, me salvo
la vida. Pasa por algo más profundo que el romanticismo, pasa por esos detalles
que uno no espera y que sin querer cambian algo en vos.
Llegue a la conclusión que todos pasamos por este mundo por una razón (o
varias), yo creo que todavía no encontré la mía … sigo pensando que mi
objetivo/razón todavía no llego. Por ahí llego y yo no me di cuenta … no soy
conformista, siempre voy por más, algo nuevo, algo distinto (si, soy un culo
inquieto).
En tu caso, creo que cumpliste tu objetivo o por lo menos uno de ellos …
vos que con esos ojos azul me diste otra oportunidad … una razón más para
seguir … una razón de ser. Tu objetivo fue estar en el momento adecuado y decir
nada más que lo necesario.
Ni más.
Ni menos.
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